Ser madre ya es, en sí mismo, un viaje lleno de contrastes. Hay amor desbordante, pero también agotamiento. Hay risas, pero también culpa. Ahora imagina ese mismo viaje atravesado por una mente neurodivergente: una mente que procesa, siente y reacciona de forma distinta a lo esperado. Una mente que a veces va más rápido que el cuerpo… y otras se paraliza sin previo aviso.
Yo sé lo que es eso, porque lo vivo.
La maternidad neurodivergente no se ajusta a los moldes. No encaja en las rutinas perfectas de Pinterest ni en las listas de “mamás exitosas antes de las 6 am”. No somos esas mamás. Somos las que se olvidan las juntas escolares, pero recuerdan cada detalle emocional de sus hijxs. Las que sienten culpa por explotar… pero también por no decir nada. Las que se esfuerzan por sostenerlo todo, incluso cuando su mundo interno se tambalea.
👽¿Qué significa realmente ser una madre neurodivergente?
Significa que a veces tus síntomas (TDAH, ansiedad, disociación, disforia del rechazo, etc.) interfieren con los ideales de la maternidad que te vendieron.
Significa que puede costarte organizar una mochila escolar, pero nunca se te olvida abrazar fuerte cuando tu hijx llora.
Significa que el autocuidado no es un lujo, sino una necesidad urgente para sobrevivir al día.
Y, sobre todo, significa que necesitas compasión, no juicio.
🤘La crianza desde la diferencia.
Criar desde una mente neurodivergente implica también una forma distinta de ver el mundo. Tal vez no siempre tengas la paciencia que quisieras, pero sí una sensibilidad única para reconocer lo que nadie más nota. Tal vez luches con el ruido o el desorden, pero tienes una creatividad que convierte una tarde común en magia pura.
Tu forma de maternar es válida. No por cómo se ve desde afuera, sino por el amor inmenso que hay detrás de cada intento.
© Neurodiversa LAB
🥹 Lo que me hubiera gustado saber antes:
Que no estás fallando: estás haciendo lo mejor que puedes con una carga que sólo tu conoces.
Que tus hijxs no necesitan perfección, sino conexión.
Que pedir ayuda no te hace menos madre, sino más humana.
Que mereces cuidar de ti con la misma ternura con la que cuidas a tu familia.
Que para estar bien para mis hijxs, primero necesito estar bien conmigo misma.
Maternar siendo neurodivergente no es una falla del sistema. Es una forma distinta de sostener la vida. Y, aunque duela a veces, también es profundamente poderosa.
Hoy quiero decirte esto: no estás sola. Y tu forma de maternar también puede ser luminosa, aunque esté hecha de caos.
💜 ¿Te gustó este contenido?
Entonces te va a encantar mi programa El Poder de Amarme: un espacio de transformación personal diseñado para mujeres neurodivergentes que quieren sanar su diálogo interno, reconectar consigo mismas y comenzar a construir una autoestima sana.
✨ Te leo en los comentarios:
¿Te reconoces en este post? ¿Cómo a sido para ti la maternidad siendo neurodivergente? Tu historia también puede inspirar a otras mujeres a sentirse menos solas. 💜